El renacimiento buscaba la verdad sobre sí mismo y sobre la naturaleza de las cosas, a través de su razón, de su inteligencia y del estudio personal. Estro condujo al triunfo de la razón y del espíritu crítico, sobre la costumbre existente en la Edad Media en que solo el maestro proporcionaba la verdad y esta no era discutida por los discípulos.
Hoy hablamos de Siglo de Oro, época áurea o Edad de Oro. Pero, ¿de dónde proceden estos conceptos? Giorgio Vasari escribe en 1550 Vite de' piu excellent Pittori, Scultori e Archittetori. Él tenía conciencia de que, tras el período medieval se produjo una "rinascita dell'arte" que pasaba por un regreso a lo clásico.
A partir de aquí, en el siglo xvi resurgen los valores positivos e idealizados de la Antigüedad y se consolida el concepto del "renacimiento", aunque la idea estaba latente ya en Italia desde Petrarca.
En España, a raíz de la expansión del Imperio y de la lengua romance, se extiende la idea de "Edad de Oro", pero la expresión "Siglo de Oro" aparece en textos de autores contemporáneos del siglo xvi y se refiere a la vuelva a lo clásico. En el siglo xvii se habla también de "Siglo de Oro" pero como referencia al pasado siglo xvi.
La historiografía posterior es pendular sobre la valoración de este período. En el siglo xvii observan una decadencia de las artes que les lleva a negar el siglo xvii por oscuro y reivindican entonces la luz del siglo xvi.
En la época romántica del siglo xix hay una reivindicación de este período pero con matices: los más ilustrados defienden el carácter renacentista del siglo xvi como el Siglo de Oro y, por el contrario, la gran mayoría, influida por el idealismo alemán y los nacionalismos, lo rechazan por elitista y europeísta, por considerarlo lejano a la esencia española, y alaban en cambio la estética barroca, fundamentalmente el teatro, y consideran como Siglo de Oro el siglo xvii.
En la segunda mitad del siglo xix se revaloriza el Renacimiento del siglo xvi. Es en este momento cuando se consolida, ahora sí definitivamente, el término "renacimiento" gracias a la obra de Jacob Burckhardt La cultura del Renacimiento en Italia publicada en 1860.
En esta misma época, en España Menéndez Pelayo rompe con la tradición del término "Siglo de Oro" y utiliza en su lugar el de "Edad de Oro", abarcando los dos siglos, tanto el siglo xvi como el siglo xvii. No obstante, Menéndez Pelayo condena el Barroco al considerarlo como anticlásico. Esta valoración, esta condena, se traslada a la llamada Generación del '98. Menéndez Pidal y su escuela mantendrían este concepto de la Edad de Oro.
Con la Generación del '27 se revaloriza el Barroco y, más tarde, el discurso oficial de los vencedores en la Guerra Civil se fijará en el pasado esplendor del Imperio y adoptará el término "Siglos de Oro", con lo que se llega a una indistinción a la hora de designar el siglo xvi o el siglo xvii. Sin embargo, esto no impide que podamos establecer una delimitación general:
- el Renacimiento comienza en la última década del siglo xv y termina con la muerte de Calderón en 1681
- en teatro comienza con la llamada "Generación de los Reyes Católicos" integrada por Juan del Encina, Lucas Fernández, Bartolomé Torres Naharro y Gil Vicente
- en poesía empieza con la corriente italianizante inaugurada a raíz del encuentro entre Juan Boscán y Andrea Navagiero
- en prosa se inicia con la publicación en 1499 de La Celestina que sirve de puente entre la Edad Media y el Renacimiento
- el Barroco decadente comprendería desde 1681 hasta la publicación del Teatro crítico universal de Feijoo en 1726, José Miguel Caso González considera este Barroco decadente como la puerta hacia el siglo xviii.
Junto a estas cuestiones cronológicas es importante también la teoría de los estilos. Éstos son conceptos cambiantes como los de "renacimiento" o "barroco", que han sido acuñados por la crítica y a los que se le ha asignado un contenido y una validez. El problema está en qué criterios seguimos para incluir las obras en uno u otro estilo, ya que los estilos no se manifiestan de una forma pura.
Desde la teoría de los estilos, esta época es estudiada a través de los conceptos de "renacimiento", "barroco" y "manierismo", que son términos procedentes del estudio de las artes plásticas.
H. Wölfflin dejó una huella especial con su obra Renacimiento y Barroco, ya que estableció una dicotomía entre ambos, contraponiendo conceptos como lineal-pictórico, superficie-profundidad, formas cerradas-formas abiertas, unidad-variedad, claridad-oscuridad. Estos conceptos son aplicados de igual forma a la literatura.
Aparece por otro lado el concepto de "manierismo", que englobaría una etapa intermedia entre ambos, y que también se aplicó por primera vez a las artes plásticas. Éste es el concepto más problemático, ya que los críticos no llegan a ponerse de acuerdo en su significado. Así, H. Hatzfeld no concibe una entidad propia de estilo en él, sino que sería sólo un momento de transición. Otros críticos como A. Hauser o Emilio Orozco sí le confieren entidad propia y conciben el manierismo y el barroco como distintas formas de reacción anticlasicista. E. Curtius, en Literatura europea y Edad Media latina lo concibe como una constante que se da en cada reacción contra el clasicismo.
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